El polvorín es una barriada pastoreña con una tradición parroquial bien definida socialmente. Tiene algunas características que lo hacen vulnerable a la migración de algunas especies de animales venidos de su hábitat natural que es el Cerro del Ávila, una de esas especies de animalitos es el CHIPO. Un pequeño animal parecido a un chinche que en nuestro pasado tiene una tradición mortal, ya que es el transmisor del MAL DE CHAGAS, enfermedad que azotó a nuestras zonas rurales en el pasado.
En una inesperada aparición, El Chipo se convirtió en el protagonista de los problemas de salud de los habitantes de la zona norte de la ciudad, integrada por las siete parroquias avileñas: La Pastora, San José, Altagracia, Catedral, San Bernardino, Candelaria y el Recreo siendo San José la que más noticias movió en los últimos días.
No obstante la actuación rápida de las autoridades de salud, el chipo ha manifestado su presencia en casi todas estas parroquias, especialmente en algunos sectores muy puntuales como El Polvorín y otros de La Pastora.
Los Doctores Roberto Padilla (de la secretaría de Salud) Matías Reyes (del Instituto de Medicina Tropical de la UCV) y el doctor Guillermo Luces del Ministerio del Poder Popular para La Salud, en una acción conjunta emprendieron una jornada de detección del chipo y de información a las comunidades sobre las características del mismo, en compañía de líderes de las comunidades aledañas al Ambulatorio José Izquierdo del Polvorín especialmente los integrantes del Consejo Comunal El Polvorín, quienes prestaron sus espacios para que se dictara una charla informativa sobre los efectos de la aparición del Chipo.
Los vecinos estuvieron muy atentos a la información que le llevaron los representantes de la salud, especialmente el Dr. Matías Reyes del Instituto de medicina Tropical que como buen conocedor de los hábitos del Chipo llenó de conocimientos el interés del colectivo por conocer del animal y de la enfermedad.
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